El Parque Nacional Iguazú , donde se encuentran las famosas Cataratas del Iguazú, se encuentra en una de las ecorregiones más grandes del continente, la selva paranaense.
La formación de estas cascadas comprende alrededor de 270 saltos que se encuentran uno tras otro a lo largo de unos 4 kilómetros de longitud, la mayoría de los cuales se encuentran dentro de Argentina, siendo el mayor conocido como "Garganta del Diablo".
Que alcanza los 80 metros de altura, que también es uno de los más visitados por la belleza y majestuosidad de la caída.
Las Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas del Mundo, están formadas por 275 saltos de agua que caen desde las más diversas alturas. La más alta, de 80 metros, es conocida como Garganta del Diablo.
Cada lado, o en este caso países, cuenta con pasarelas perfectamente ubicadas que permiten adentrarse lo más posible en el encanto natural de las Cataratas del Iguazú y así disfrutar de diferentes perspectivas de cada uno de los saltos de las cataratas.
No hay un orden predeterminado para el recorrido, ya que para ambos lados es el mismo, se inicia caminando desde el norte de las cataratas, lo que permite disfrutar de la flora y fauna autóctona, así como de muchos miradores donde se pueden tomar excelentes fotografías. , para llegar al punto final que es la ya mencionada Garganta del Diablo.
Una rica biodiversidad en el Parque Nacional Iguazú.
Este entorno es conocido popularmente con el nombre de Selva Misionera. Aquí se encuentran la mitad de las especies de aves registradas en el territorio argentino y la mayor diversidad de orquídeas del país, por citar sólo algunos ejemplos.
El Parque Nacional Iguazú fue creado en 1934 con el fin de conservar el medio ambiente y la biodiversidad de las Cataratas del Iguazú.
La flora y fauna que habita el Parque Nacional Iguazú representa una de las zonas más biodiversas de Argentina, tan majestuosa es la flora que los primeros guaraníes que se asentaron en la selva misionera la llamaron “El País de los Árboles” o “Ibirá Retá” en guaraní. .
La Aripuca es un parque temático que tiene como objetivo concientizar a sus visitantes sobre los efectos de la tala indiscriminada de árboles y el cuidado del medio ambiente, además de mostrar cómo se formó la selva misionera.
La vida silvestre prospera gracias al clima subtropical húmedo, la selva paranaense ocupa solo el 1% de Argentina y allí se concentra la mitad de todas las especies de plantas y animales del país.
El Parque Nacional Iguazú es un área protegida que conserva uno de los sitios de mayor riqueza biológica de Argentina.
Flora del Parque Nacional Iguazú.
La flora autóctona del Parque Nacional Iguazú, entendiendo plantas y flores como tales, cuenta con más de 2000 especies.
Entre ellos se encuentran hermosas orquídeas, helechos, palmeras, bromelias y árboles enormes.
No olvides que es la tierra del ceibo, el árbol cuya llamativa flor roja es la flor nacional de Argentina.
La flora arbórea del parque cuenta con más de 90 especies, se destaca el majestuoso "Palo Rosa", el árbol más grande de la selva paranaense, que alcanza los 45 metros de altura y puede vivir siglos. Su nombre se debe al color de su madera, que se nota más cuando el corte es reciente.
Este soberbio árbol es el que alcanza su mayor tamaño en la selva misionera, con ejemplares de 42 m. de altura y 1,60 m. diámetro.
Debido a que su número es escaso, está declarado Monumento Nacional.
El cogollo de esta planta es comestible y muy sabroso, pero su extracción provoca la muerte de la planta, convirtiéndola también en una especie en peligro de extinción.
Otras plantas típicas de las regiones tropicales que se encuentran en la zona son los helechos arborescentes, las orquídeas, el guatambú, el palmito, el pindó y el clavel del aire.
Actualmente la araucaria misionera, un gigante de la selva, fue declarada “en peligro crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la sobreexplotación que ha reducido y fragmentado su área de distribución natural.
Y no debemos olvidar que es la tierra del ceibo, el árbol cuya llamativa flor roja es la flor nacional de Argentina.
La flora produce los frutos que alimentan constantemente a los animales del parque como tucanes, monos y pizotes, entre otros miembros de la fauna del parque nacional.
En la selva misionera se pueden observar enormes ficus de madera blanda y frutos comestibles por monos de día y murciélagos de noche, ortigas gigantes, orquídeas amarillas de tierra (muy apreciadas por ser de las pocas que crecen en tierra) y helechos de más de 80 años. .
La principal característica de la flora selvática es la multiplicidad de estratos en que se desarrolla, los cuales ocupan desde el suelo hasta la copa de los árboles más altos, formando una verdadera telaraña verde de enredaderas, lianas y plantas colgantes.
Fauna del Parque Nacional Iguazú.
El visitante que se adentra en los senderos con espíritu atento tendrá la oportunidad segura de observar numerosas especies en su hábitat natural.
Al igual que la flora, no podríamos mencionar cada una de las especies que componen la fauna del Parque Nacional Iguazú porque la lista sería muy extensa, por ejemplo, en el caso de las aves en el Parque Nacional Iguazú, existen más de 450 especies. .
Muchos de los mamíferos tienen hábitos determinados por el ambiente selvático que habitan: son arborícolas y comunales.
Una de las adaptaciones más llamativas a la vida en las copas de los árboles es el desarrollo de una cola prensil, que funciona como una quinta mano.
Los monos, como el carayá rojo -conocido por emitir fuertes sonidos que se escuchan a gran distancia- y el mono caí son muy apreciados cuando se busca fotografiar animales en la selva.
Si prestas atención, especialmente cuando recorres el Sendero Macuco, y miras hacia arriba, puedes ver al mono Caí o mono capuchino, que se mueve con movimientos ágiles que parecen una danza, en lo alto de los árboles.
Otros animales que comparten esta característica son el gran oso, las comadrejas o zarigüeyas y el coendú, un roedor cubierto de espinas.
El gran tucán es un ave característica tanto de la selva misionera como de la selva chaqueña y las yungas
Los pizotes, con su cola repleta de anillos, son un espectáculo muy frecuente para los visitantes que recorren las pasarelas.
Es travieso y siempre se mueve en grupos, haciendo las delicias de los niños, que juegan con ellos.
Los gatos, cazadores ágiles, silenciosos y astutos, son otra maravilla del parque.
El más importante es el yaguareté, declarado Monumento Nacional Natural en 2001.
Consume una amplia variedad de presas, incluidos mamíferos más grandes.
Otros felinos más pequeños son el puma, el ocelote y el yaguarundí.
Un espectáculo aparte es la enorme variedad de insectos que pueblan el parque. Las mariposas son enormes, con colores brillantes y formas extrañas, ¡un festival de diseño natural!
Entre las especies de aves que más se pueden observar dentro del parque está el famoso tucán grande (habitan 5 tipos de tucanes), urracas, terres, loros y vencejos, estas últimas especies que mencionamos vuelan por las columnas de agua de las cascadas y pueden ser visto fácilmente desde el balcón de la garganta del diablo.
Pequeñas, coloridas, con un comportamiento nupcial extraordinario, las bailarinas azules son verdaderos tesoros escondidos en las selvas de América del Sur.
El vencejo es el ave que simboliza el Parque Nacional Iguazú.
Además de las aves, dentro del parque hay más de 80 especies de mamíferos, incluyendo 5 tipos de felinos como el Yaguareté o el Ocelote.
Algunos de los animales típicos que se pueden encontrar en los circuitos del parque son los Coatíes o los Monos Caí, que normalmente se desplazan en grupos.
También hay innumerables cantidades de insectos, como mariposas que son de todo tipo de color y en las aguas podemos observar mientras caminamos por las pasarelas, tortugas y caimanes.
Hay aproximadamente 900 especies de mariposas que vuelan en las selvas del noreste argentino. Azules, Rojos, Amarillos y un sinfín de frágiles colores metálicos vuelan por la selva paranaense.
El Parque Nacional Iguazú , donde se encuentran las famosas Cataratas del Iguazú, se encuentra en una de las ecorregiones más grandes del continente, la selva paranaense.
La formación de estas cascadas comprende alrededor de 270 saltos que se encuentran uno tras otro a lo largo de unos 4 kilómetros de longitud, la mayoría de los cuales se encuentran dentro de Argentina, siendo el mayor conocido como "Garganta del Diablo".
Que alcanza los 80 metros de altura, que también es uno de los más visitados por la belleza y majestuosidad de la caída.
Las Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas del Mundo, están formadas por 275 saltos de agua que caen desde las más diversas alturas. La más alta, de 80 metros, es conocida como Garganta del Diablo.
Cada lado, o en este caso países, cuenta con pasarelas perfectamente ubicadas que permiten adentrarse lo más posible en el encanto natural de las Cataratas del Iguazú y así disfrutar de diferentes perspectivas de cada uno de los saltos de las cataratas.
No hay un orden predeterminado para el recorrido, ya que para ambos lados es el mismo, se inicia caminando desde el norte de las cataratas, lo que permite disfrutar de la flora y fauna autóctona, así como de muchos miradores donde se pueden tomar excelentes fotografías. , para llegar al punto final que es la ya mencionada Garganta del Diablo.
Una rica biodiversidad en el Parque Nacional Iguazú.
Este entorno es conocido popularmente con el nombre de Selva Misionera. Aquí se encuentran la mitad de las especies de aves registradas en el territorio argentino y la mayor diversidad de orquídeas del país, por citar sólo algunos ejemplos.
El Parque Nacional Iguazú fue creado en 1934 con el fin de conservar el medio ambiente y la biodiversidad de las Cataratas del Iguazú.
La flora y fauna que habita el Parque Nacional Iguazú representa una de las zonas más biodiversas de Argentina, tan majestuosa es la flora que los primeros guaraníes que se asentaron en la selva misionera la llamaron “El País de los Árboles” o “Ibirá Retá” en guaraní. .
La Aripuca es un parque temático que tiene como objetivo concientizar a sus visitantes sobre los efectos de la tala indiscriminada de árboles y el cuidado del medio ambiente, además de mostrar cómo se formó la selva misionera.
La vida silvestre prospera gracias al clima subtropical húmedo, la selva paranaense ocupa solo el 1% de Argentina y allí se concentra la mitad de todas las especies de plantas y animales del país.
El Parque Nacional Iguazú es un área protegida que conserva uno de los sitios de mayor riqueza biológica de Argentina.
Flora del Parque Nacional Iguazú.
La flora autóctona del Parque Nacional Iguazú, entendiendo plantas y flores como tales, cuenta con más de 2000 especies.
Entre ellos se encuentran hermosas orquídeas, helechos, palmeras, bromelias y árboles enormes.
No olvides que es la tierra del ceibo, el árbol cuya llamativa flor roja es la flor nacional de Argentina.
La flora arbórea del parque cuenta con más de 90 especies, se destaca el majestuoso "Palo Rosa", el árbol más grande de la selva paranaense, que alcanza los 45 metros de altura y puede vivir siglos. Su nombre se debe al color de su madera, que se nota más cuando el corte es reciente.
Este soberbio árbol es el que alcanza su mayor tamaño en la selva misionera, con ejemplares de 42 m. de altura y 1,60 m. diámetro.
Debido a que su número es escaso, está declarado Monumento Nacional.
El cogollo de esta planta es comestible y muy sabroso, pero su extracción provoca la muerte de la planta, convirtiéndola también en una especie en peligro de extinción.
Otras plantas típicas de las regiones tropicales que se encuentran en la zona son los helechos arborescentes, las orquídeas, el guatambú, el palmito, el pindó y el clavel del aire.
Actualmente la araucaria misionera, un gigante de la selva, fue declarada “en peligro crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a la sobreexplotación que ha reducido y fragmentado su área de distribución natural.
Y no debemos olvidar que es la tierra del ceibo, el árbol cuya llamativa flor roja es la flor nacional de Argentina.
La flora produce los frutos que alimentan constantemente a los animales del parque como tucanes, monos y pizotes, entre otros miembros de la fauna del parque nacional.
En la selva misionera se pueden observar enormes ficus de madera blanda y frutos comestibles por monos de día y murciélagos de noche, ortigas gigantes, orquídeas amarillas de tierra (muy apreciadas por ser de las pocas que crecen en tierra) y helechos de más de 80 años. .
La principal característica de la flora selvática es la multiplicidad de estratos en que se desarrolla, los cuales ocupan desde el suelo hasta la copa de los árboles más altos, formando una verdadera telaraña verde de enredaderas, lianas y plantas colgantes.
Fauna del Parque Nacional Iguazú.
El visitante que se adentra en los senderos con espíritu atento tendrá la oportunidad segura de observar numerosas especies en su hábitat natural.
Al igual que la flora, no podríamos mencionar cada una de las especies que componen la fauna del Parque Nacional Iguazú porque la lista sería muy extensa, por ejemplo, en el caso de las aves en el Parque Nacional Iguazú, existen más de 450 especies. .
Muchos de los mamíferos tienen hábitos determinados por el ambiente selvático que habitan: son arborícolas y comunales.
Una de las adaptaciones más llamativas a la vida en las copas de los árboles es el desarrollo de una cola prensil, que funciona como una quinta mano.
Los monos, como el carayá rojo -conocido por emitir fuertes sonidos que se escuchan a gran distancia- y el mono caí son muy apreciados cuando se busca fotografiar animales en la selva.
Si prestas atención, especialmente cuando recorres el Sendero Macuco, y miras hacia arriba, puedes ver al mono Caí o mono capuchino, que se mueve con movimientos ágiles que parecen una danza, en lo alto de los árboles.
Otros animales que comparten esta característica son el gran oso, las comadrejas o zarigüeyas y el coendú, un roedor cubierto de espinas.
El gran tucán es un ave característica tanto de la selva misionera como de la selva chaqueña y las yungas
Los pizotes, con su cola repleta de anillos, son un espectáculo muy frecuente para los visitantes que recorren las pasarelas.
Es travieso y siempre se mueve en grupos, haciendo las delicias de los niños, que juegan con ellos.
Los gatos, cazadores ágiles, silenciosos y astutos, son otra maravilla del parque.
El más importante es el yaguareté, declarado Monumento Nacional Natural en 2001.
Consume una amplia variedad de presas, incluidos mamíferos más grandes.
Otros felinos más pequeños son el puma, el ocelote y el yaguarundí.
Un espectáculo aparte es la enorme variedad de insectos que pueblan el parque. Las mariposas son enormes, con colores brillantes y formas extrañas, ¡un festival de diseño natural!
Entre las especies de aves que más se pueden observar dentro del parque está el famoso tucán grande (habitan 5 tipos de tucanes), urracas, terres, loros y vencejos, estas últimas especies que mencionamos vuelan por las columnas de agua de las cascadas y pueden ser visto fácilmente desde el balcón de la garganta del diablo.
Pequeñas, coloridas, con un comportamiento nupcial extraordinario, las bailarinas azules son verdaderos tesoros escondidos en las selvas de América del Sur.
El vencejo es el ave que simboliza el Parque Nacional Iguazú.
Además de las aves, dentro del parque hay más de 80 especies de mamíferos, incluyendo 5 tipos de felinos como el Yaguareté o el Ocelote.
Algunos de los animales típicos que se pueden encontrar en los circuitos del parque son los Coatíes o los Monos Caí, que normalmente se desplazan en grupos.
También hay innumerables cantidades de insectos, como mariposas que son de todo tipo de color y en las aguas podemos observar mientras caminamos por las pasarelas, tortugas y caimanes.
Hay aproximadamente 900 especies de mariposas que vuelan en las selvas del noreste argentino. Azules, Rojos, Amarillos y un sinfín de frágiles colores metálicos vuelan por la selva paranaense.
