Hubo carrozas de la Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra, del Acampe Pacífico y Popular en Defensa del Agua y la Tierra, y de la Diversidad, que cerró su noveno festival uniéndose a esta marcha.
Se hicieron presentes caballos, tractores, pobladores mapuche, productores, artesanos, y una gran variedad de ciudadanos, con un objetivo en común: seguir defendiendo las fuentes de agua y el estilo de vida de El Bolsón de los negociados entre los políticos de turno y los grandes capitales. Se juntaron miles de firmas para presentar una acción de amparo en base a la Ley 2779 contra la Municipalidad de El Bolsón, y las ordenanzas que aprueban este negociado (165/16 y 295/16) violando normas constitucionales y de derecho ambiental internacionales, nacionales , provinciales y municipales.
En otros casos, la zona se sacrifica a la megaminería o a la soja, pero con la misma metodología: tomar el costo ambiental como una externalidad que, dejándola fuera de la ecuación, convierte a estos desastres ecológicos en negocios altísimamente redituables para unos pocos.
Sin embargo, este rincón se caracteriza por su alta conciencia ecológica que ya lleva 12 años logrando resistir este tipo de negociados.
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Excelente artículo.
ResponderEliminarComo ya ha pasado en diferentes villas de esquí, desde Alberta, Canadá, hasta Bariloche, estos enclaves generan un círculo vicioso que devasta la economía local, ya que por un lado destruyen las pequeñas economías locales y las reemplazan por puestos de trabajo de mala calidad relacionados con el monocultivo del turismo (altamente estacionales, poco calificados, precarizados y en negro) disparando el precio de las tierras, producto del aumento de su demanda por parte de especuladores extranjeros. Esto se traduce en que la población local vaya perdiendo paulatinamente el acceso al trabajo digno y a la tierra.
Gracias por tu comentario.
EliminarTeniendo en cuenta que el intendente Pogliano continúa ignorando la voluntad popular que ha rechazado este proyecto, sobran razones para unirse a la marcha del 7 de enero: por la restitución de las tierras fraudulentas, por la declaración de intangibilidad de la reserva Cumbreras de Mallín, por la expulsión de Laderas S. A. de la localidad, y por el control social y popular de la política local y municipal de tierras.