El objetivo de la misma era crear una reserva para la única área de cría y reproducción del lobo marino de dos pelos (Arctocephalus australis) de la provincia de Santa Cruz. A su vez, existe también un apostadero de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens), así como una importante diversidad de aves marinas.
En el año 1939 ya había sido declarado como Reserva Nacional Natural Intangible, estatus que no conservó al pasar de Territorio Nacional a provincia en el año 1959. La Reserva Natural abarca una superficie de 737 hectáreas y es administrada por el Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz. Se encuentra cerca del extremo sur del golfo San Jorge. La posición geográfica en la que se encuentra es 47°19′″S 65°44′″O.
Un trayecto de 88 kilómetros de meseta plana hacia el norte de Puerto Deseado. Y entonces, de repente, después de hacer ese recorrido, llama la atención un faro de ladrillos rojos sobre una mole rocosa. Al acercarse a él se ven allí abajo lobos marinos de dos pelos pululando entre los islotes pedregosos de la costa. Sí, el lugar es Cabo Blanco, el sitio de una de las poblaciones supervivientes de lobos marinos de la Argentina.
Los lobos de mar parecen estar al amparo del faro, están libres y bajo la atenta protección de un guardafauna. Pero en el siglo XVIII y XIX no era igual. Fueron cazados implacablemente por personas que buscaban su preciada piel.
Eso ocurrió hasta 1937, año en que el gobierno nacional decidió proteger estos animales y decretó a Cabo Blanco como Reserva Natural Intangible. Desde allí, los lobos marinos de dos pelos u osos marinos -como se los llama normalmente- reanudaron una recuperación lenta, pero continua.
Aunque la estrella es el oso marino, otras especies lo acompañan en Cabo Blanco. Se pueden ver leones marinos (Otaria Flavescens), varios nidos de cormoranes grises, de cuello negro y una cormoranera de cormoranes imperiales.
El acceso desde Puerto Deseado se realiza tomando la Ruta Nacional Nº 281. Más adelante se toma a la derecha por la Ruta Provincial Nº 14 y luego la RP Nº 91.
En el área de la reserva existe una muy importante variabilidad de especies faunísticas. En la costa, asociada a los afloramientos rocosos que constituyen los peñones de Cabo Blanco, se desarrollan amplios bancos de moluscos, especialmente de mejillones (Mytilus edulis), cholgas (Aulacomya ater) y lapas (Nacella (Patinigera) magellanica).
Además, se dan en el mismo la existencia de grandes colonias reproductivas de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) y dos pelos (Arctocephalus australis).Habitan también varias especies de aves marinas, incluyendo colonias de cormoranes grises (Phalacrocorax gaimardi), cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps) y cormorán de cuello negro (Phalacrocorax magellanicus),5 ostreros negros (Haematopus ater), gaviotas australes (Larus scoresbii) y cocineras (Larus dominicanus)6 entre otras muchas especies.
También se registra la presencia ocasional de pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) y rara vez pingüino de penacho amarillo (Eudyptes chrysocome), aunque no existen colonias de reproducción en las cercanías.
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