En San Salvador de Jujuy no faltan las construcciones históricas. Esta ciudad, capital de la provincia situada al noroeste del país, ha sabido como resguardar su legado histórico y así es como numerosas construcciones de época hoy conviven con los grandes edificios modernos que luego nacieron en forma espontánea en el lugar.
La construcción de la catedral se remonta a mediados del siglo XVI, fecha en la que comenzaron los trabajos. El destino quiso que la obra estuviera sujeta a diversas modificaciones y así fue como la reconstrucción constante es parte de su historia. Se cree que hacia mediados del 1700 la iglesia fue habilitada aunque en 1765 el templo original fue casi destruido por un terremoto por lo que luego fue reconstruido.
Las obras fueron permanentes, incluso hasta comienzos del siglo XX.
Su fachada es bastante sencilla, con una torre hacia uno de los lados y una cúpula que la corona. Podemos observar un arco que da la bienvenida a esta iglesia cuya mayor virtud es su hermoso púlpito. Esta gran pieza fue construida durante las misiones jesuíticas y es el gran orgullo de la basílica.
Tallado en relieve sobre madera de de ñandubay y cedro y dorado en hoja, en él se puede ver representado el árbol genealógico bíblico, la imagen de Jesús, los cuadros evangelistas, la escalera de Jacobo y otras imágenes que remiten a la religión católica. , etc. Su estilo símil barroco lo transforma en el púlpito más importante del país en lo que hace a composición, antigüedad y temas representados.
Algunas esculturas también son objeto de interés, como la imagen del Cristo diseñada por el escultor español Martínez Montañés, o La Custodia, una obra trabajada en plata, esmeraldas y oro. También los confesionarios son atractivos con sus detalles y en la iglesia podemos encontrar una colección de cuadros de la escuela cuzqueña.
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